© Feelart |Freedigitalphotos
© Feelart | Freedigitalphotos

La Navidad está repleta de actos y situaciones que para los más pequeños pueden resultar muy novedosas y atractivas. Cantar villancicos o recitar un verso, además de ser una forma estimulante y divertida de aprender, pueden servir para ayudar al crecimiento intelectual de vuestros hijos.

 

Os proponemos algunas actividades que podéis hacer con los niños durante estas fiestas para potenciar su desarrollo mental y lingüístico. Son consejos pensados para niños y niñas de edades diferentes, que se pueden aplicar en cualquier otra situación pero que creemos que merece la pena practicarlos durante estas fiestas.

 

Una de las actividades que os sugerimos es que fijéis la atención en la música y la letra de los villancicos (atención auditiva). Escuchad la música y cantadla juntos, al mismo tiempo o en canon, atendiendo al ritmo del villancico y al juego de palabras que suceden. Esta actividad servirá para diferenciar las sutilezas de los sonidos y del habla y ayudarán al desarrollo comunicativo.

 

Otro ejemplo de actividad de atención auditiva la podéis practicar poco antes de la celebración de las campanadas de fin de año, recordándole cómo sonarán los cuatro cuartos y cómo sonaran las doce campanadas. Imitad el sonido de los cuartos (más agudo y menor tiempo) y luego el de las campanadas, y practicad juntos para que cuando sea el momento sepan diferenciar ellos solos los distintos sonidos. Esto reforzará su atención y les animará a detectar las diferencias entre los sonidos en general, hecho muy positivo para su desarrollo.

 

También podemos utilizar los versos de Navidad que se hayan aprendido jugando con las palabras. Por ejemplo podemos cambiar fragmentos del final del verso y buscar otras palabras que encajen en la misma rima, o decir un verso con una sola vocal para que  tengan que acertar cuál es lo antes posible. Este tipo de actividades son más recomendadas para niños de 5 años en adelante, aunque si os apetece, podéis probar con niños más pequeños y ver qué sucede.

 

La última actividad que os proponemos está relacionada con los regalos. Antes de abrirlos podéis jugar a adivinar qué pueden ser a partir de la forma que tenga el paquete, usando el tacto (¿es blando o duro?) o meneándolo para buscar pistas que nos ayuden a saber lo que hay dentro. Se trata de buscar maneras lógicas para adivinar lo que puede ser y de conectar conceptos (si es redondo difícilmente será un libro, por lo tanto hay que enlazar que si es redondo podría ser, por ejemplo, una pelota). Podemos estimularle a que adivine qué hay detrás del envoltorio, aunque sea simplemente una caja.

 

¡Felices Fiestas!

 
 
 
 
 
 
¿Te ha gustado este artículo?
 
Si quieres valorarlo, haz clic sobre las estrellas que ves aquí debajo.
 


 
 
Y si lo que quieres es compartirlo sólo tienes que picar encima del icono que prefieras.