
Leer es una de las actividades más recomendadas en el entorno escolar. Sus beneficios son tan grandes de cara al desarrollo intelectual, que es bueno estimular la inquietud lectora de los niños en cualquier ocasión que se nos presente.
Por esto aquí tienes algunos consejos para potenciar la entrada a la lectura.
Antes de nada, tenemos que pensar que cualquier escrito lo es porque alguien quiere que sea leído. Siempre hay alguien detrás de unas letras, y si hay alguien hay una historia que contar. Esa historia la podemos alargar tanto como queramos, jugar con ella o simplemente, con los más pequeños, aprovechar que hay letras por todas partes para ayudarles a que las reconozcan cuanto antes.
Precisamente las primeras letras que reconocen los niños son, lo más seguro, las de su nombre. ¿Qué tal si las aprovechamos para que las busquen dentro de otras palabras? Identificar partes de su nombre en otros lugares será un incentivo para animar a averiguar qué significan.
Y para los que ya sepan leer, se puede aprovechar cualquier pequeño escrito con el que nos encontremos para ir más allá de lo que dice como excusa para estimular la curiosidad y la imaginación. Por ejemplo en el súper hay multitud de ocasiones que aprovechar: ante una caja de galletas que diga “¡Siéntete Bien!” podemos preguntarle “¿por qué crees que dicen que me sienta bien?” y a partir de aquí empezar a deshacer este mensaje sin más contexto para crear vuestro significado y darle un sentido: “tal vez en el súper nos agobiamos un poco… y piensan que leyendo esto nos alegramos más…” o “quizás dicen que esas galletas están tan ricas que si las como me sentiré mejor…”.
Por la calle también nos podemos encontrar otras situaciones, por ejemplo en los carteles publicitarios o graffitis, vemos multitud de mensajes que pueden aportar diferentes reflexiones. Pongámonos en el caso que nos topamos con la frase “Ahora me ves. Me recordarás después.” escrita en la pared. Adentrarnos en la reflexión de esta frase implica ir más allá de lo que está estrictamente escrito.
Hay que entrenar a lectores principiantes a buscar el significado de los escritos y a darle una interpretación propia con sentido. A mayor implicación lectora mayor riqueza del texto, y cuanto más se ejerciten para interpretar los escritos más sentido le darán a la lectura, venga de donde sea.
Se trata de motivarles a coger un libro para que leerlo sea un entretenimiento muy apetecible y que sean partícipes de lo que está pasando.
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